¿Mentalidad colectiva o estupidez colectiva?

Cuando la razón es invisibilizada por la fuerza, el criterio es ignorado y las convicciones desaparecen, emergen el caos y el despropósito.
Nos hemos convertido sin duda, en sociedades carentes de valores, propósitos y voluntades, para convertirnos en objetos, sin motivaciones, liberados por propia voluntad al capricho de la corriente, navegamos sin rumbo en un océano de incertidumbres donde lo ilegal, lo inmoral, lo ladino corrompen a cada uno de los habitantes de cualquier latitud; la autodestrucción disfrazada de promesa de prosperidad nubla nuestra visibilidad al extremo de no permitirnos ver mas allá de lo que se nos muestra y se hace mas cómodo suponer que aquello es lo correcto y omitimos el pensamiento reflexivo a favor de la corriente.
Nos convertimos en un montón de autómatas a los que solo basta dar una orden para conseguir que actúen a favor de “las grandes ideas” y no en consecuencia. Somos por tanto lo que nos ordenan ser y dejamos que nos manipulen otros en pos de conseguir ambiciones personales en desmedro de nosotros mismos.
¿Creemos realmente en las consignas de los discursos o nos adherimos por comodidad a ellas? ¿Alguna vez han sido realmente escuchadas nuestras voces? ¿Nos prestamos las de los que gritan más fuerte aún cuando no reflejen nuestro propio modo de pensar? Y lo mas importante: ¿vale la pena que otros hablen por nosotros y se atribuyan esa potestad sin nosotros haberlos autorizado nunca?